Con el transcurso del tiempo, fueron emplazándose en La Habana piezas de artillería que respondieron a las necesidades defensivas de la ciudad. En el Centro Histórico se exhiben ejemplares procedentes de diferentes sitios de La Habana y otros de la propia fortificación, que ayudan a percibir el poder defensivo de la plaza, así como la evolución de la artillería en el período colonial.
Durante el reinado de Felipe V (1700-1746), se dicta la Real Ordenanza de 1718 que limita el número de calibres empleados y conserva la clasificación de culebrinas, cañones y pedreros. La Ordenanza General del Ejército de 1728 dispone que la Artillería de tierra comprenda los cinco calibres siguientes: cañones de a 24, 16, 12, 8 y 4 libras (que se llamarían después calibres de ordenanza y perduraron hasta mediado el siglo XIX); morteros de 12, 9 y 6 pulgadas y pedreros de 15 pulgadas, todos en medidas francesas.
El Museo Castillo de La Fuerza y el Museo de Sitio Castillo de San Salvador de La Punta cuentan con una variada colección de piezas de artillería histórica. Son un testigo material de las características e importancia de estos objetos dentro de la historia militar de la ciudad, Cuba e Hispanoamérica.
Pieza cilíndrica, más estrecha hacia la boca, le falta el mecanismo de cierre, la cureña es de hierro y de dos ruedas, que no son las originales de la pieza; las que tiene son de madera.
Cañón de avancarga pequeño, de forma alargada, presenta faltantes en el extremo anterior, con un avanzado grado de deterioro, faltante también de los muñones, tiene 2 cm de calibre.
Forma cilíndrica, de forma tubular, cuyo diámetro se asemeja al largo; como punto de apoyo presenta dos piezas cilíndricas, colocadas de forma opuesta, que parten del cuerpo del mortero (muñones). Está ornamentada a relieve. La base en que se apoya (afuste) también es de bronce y no tiene ruedas.
Formas cilíndricas, de forma tubular, cuyo diámetro se asemeja al largo; como punto de apoyo presentan dos piezas cilíndricas, colocadas de forma opuesta, que parten del cuerpo del mortero (muñones). Están ornamentadas a relieve. La base en que se apoyan (afuste) también son de bronce y no tienen ruedas.
Cañón: Forma tubular, cuyo diámetro va decreciendo desde la culata hasta la boca, como punto de apoyo presenta dos piezas de forma cilíndrica, colocadas de forma opuesta, que parten del cuerpo del cañón (muñones). Está ornamentada a relieve con Escudos y Blasones del reinado en que fue construido. La cureña, donde se apoya la pieza, es un carro de madera de cuatro ruedas de hierro. Presenta herrajes para sostener su estructura.
Cañón: Forma tubular, cuyo diámetro va decreciendo desde la culata hasta la boca, como punto de apoyo presenta 2 piezas de forma cilíndrica, colocadas de forma opuesta, que parten del cuerpo del cañón (muñones). Está ornamentada a relieve con Escudos y Blasones del reinado en que fue construido. La cureña, donde se apoya la pieza, es un carro de madera de cuatros ruedas de hierro. Presenta herrajes para sostener su estructura.
Pieza de artillería de los siglos XV-XVIII. Es de un solo cuerpo, sin adornos y labor tosca. Es alargada con respecto al calibre. No tiene muñonez de ánima lisa.
Cañones empotrados en el arrecife en la explanada del Castillo de San Salvador de la Punta. Sirvió para amarrar las cadenas que cerraban el puerto en 1762.